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domingo, 29 de noviembre de 2020

CAPÍTULO XVI, IMPRESORES DE LA UNIVERSIDAD

CAPÍTULO XVI

IMPRESORES DE LA UNIVERSIDAD

TIPÓGRAFOS ZARAGOZANOS AL SERVICIO DE LA UNIVERSIDAD. - DATOS INTERESANTES ACERCA DE LOS MISMOS. - EL CARGO DE IMPRESOR DE LA UNIVERSIDAD EN LOS ESTATUTOS DE 1753. - TARIFA PARA LAS IMPRESIONES. - DIVERSOS ACUERDOS ACERCA DE ESTE CARGO.

No tuvo la Universidad de Zaragoza, a semejanza de otras españolas, imprenta propia, pero sí impresores contratados por ella para tirar en sus oficinas tipográficas cuantos encargos hacían el Rector, los Claustros y los Doctores y graduados.
En el Estatuto de 1597 ya se cita el cargo de Impresor como uno de los universitarios; pero ya no figura en ningún otro hasta el de 1753, definiéndose claramente sus obligaciones al servicio de la Universidad.
Son varios los que en los siglos XVI, XVII y XVIII ponían en las portadas de las diversas obras que de sus talleres salían, fueran o no universitarias, este título.
El primero del que tenemos noticia fue
LORENZO DE ROBLES: Este impresor había ya ejercido su arte en Lérida (1: Jiménez Catalán: Apuntes para una Bibliografía ilerdense de los siglos XV al XVIII. Barcelona, "L'Avenc", 1912.), desde donde trasladó sus talleres a la capital de Aragón a fines del siglo XVI, donde imprime en unión de Diego de Robles, hermano suyo y ambos hijos, seguramente, de Pedro de Robles, habilísimo e inteligente tipógrafo que, unas veces solo, otras en unión de Juan de Villanueva, había ejercido su arte, con éxito grande, en Guadalajara, Alcalá y Lérida, durante una gran parte del siglo mencionado.
Lorenzo de Robles se titulaba, además de impresor de la Universidad, del Reino de Aragón.
Numerosas fueron las obras que salieron de sus prensas; la primera de que tenemos noticia, Relación de las exequias que la mui insigne ciudad de Çaragoça a celebrado por el Rey Don Phelipe nuestro Señor, I deste nombre, por el Dr. Juan Martínez, Racionero de La Seo y Vice-rector de la Universidad de Zaragoza e impresa el año 1599. En dicha obra hay un "Certamen que la Universidad propuso, los versos, Letras y Geroglíficos que se hizieron" y una "Relación de la enfermedad y muerte de su Magestad" y el "Sermon de dichas
exequias". La obra iba dirigida "A la muy insigne y nobilissima Ciudad de Çaragoça", de la cual eran entonces Jurados los señores Miguel de Almazán, Domingo Ximeno, Antonio Javier, Pedro Molinos y Juan Mausán.
Además de la mencionada, merecen citarse, entre otras, la hermosa edición que en unión de Juan de Lanaja hizo de los "Anales" de Zurita, en 1610, los Actos de Corte del Reyno de Aragón (1608) y El Libro de Almutazafes (1609).
En 1601 imprime la obra de Casanate Responsum Juris; en 1603, las Alegaciones de Jerónimo Ardit, y en 1605, algunas obras de Miguel Bordalva y las Constituciones syuodales (synodales, sinodales, de sínodo) del Obispado de Barbastro.
A la fecha de 1611 corresponde la Relación verdadera de las causas que su Magestad Tía hecho averiguar para echar los moriscos de España, del Marqués de San Germán. (Saint-Germain; Sant o Sent Germà)
Figura con Lorenzo de Robles, como editor de algunas de las obras por él impresas, el mercader de libros Bartolomé Lope.
Este impresor fue desconocido a Borao, que no le menciona en su obra, así como al Sr. Gutiérrez del Caño, que no le cita en sus apuntes (1).
(1) El Sr. Abizanda y Broto, en su obra interesantísima Documentos para la
Historia artística y literaria del Arte aragonés, tomo I, págs 362 a 368, publica algunos documentos muy curiosos referentes a este impresor.

JUAN DE LANAJA Y QUARTANET es el segundo impresor de la Universidad de que tenemos noticias; también se titulaba del Reino de Aragón. Tuvo su establecimiento junto a La Seo, suponemos que en la misma plaza. Debió, con Lorenzo de Robles, arrendar la imprenta del Colegio de San Vicente Ferrer, pues en algunas obras se denomina impresor del mismo, y en ella, en unión del tipógrafo citado, hizo la edición de los Anales de Zurita.
Como mercaderes de libros y costeando algunas de las ediciones que salieron de sus prensas, vemos figurar a Juan de Bonilla, Ferrer (o Ferriz) y Matías de Lezaún. Las prensas de Juan de Lanaja no dejaron de funcionar en los años
que de él tenemos noticia (1610-1639), dando a luz obras tan importantes como Universal método de construcción, de Moles; el famoso tratado de Lege Regia, del P. Ramírez, Espejo de príncipes y caballeros; la Cosmografía, de Sesse (1619); Historias eclesiásticas y seculares del Reino de Aragón, de Blasco de Lanuza (1619-22); Historia de San Juan de la Peña, de Briz Martínez (1620); Declaración sumaria de la Historia de Aragón para la inteligencia de su mapa, por L. (Lupercio) Leonardo de Argensola; Historia apologética de los sucesos del Reino de Aragón y su ciudad de Zaragoza de 1591 y 92, por Gonzalo de Céspedes y Meneses, obra que el Rey mandó recoger; Historia de San Valero, por Martín Carrillo; el Fragmentum chronici,
de Dextro, introduciendo importantes variaciones en la portada de su edición para su más fácil venta en Cataluña; el interesante libro Derecho de naturaleza que los naturales de Merindad de San Juan de Pie de Puerto tienen en los Reynos de la Corona de Castilla, de Martín de Vizcay (1620); cuarta parte de la Historia Pontifical general y católica, de Fr. Marco de Guadalaxara (1612); las obras de D. Juan de Tarsis, Conde de Villamediana, que costeó Bonilla (1634); la obra de doña Luisa de Padilla, Condesa de Aranda, Noble perfecto y segunda parte de Nobleza virtuosa; Meditaciones para los días de Quaresma, de Fr. Ángel Manrique; la Relación de la vida y milagros de San Pedro Arbués, de Fr. Tomás Magdalena, que costeó la Cofradía de los Crucesigneros de San Pedro Mártir (1613), y los Estatutos de nuestra Universidad, años de 1618 y 1625.
Tiknor dice que imprimió también la Giganthomaquia de Francisco de Sandoval, que no hemos logrado ver. También imprimió dos obras muy curiosas de Luis Díez de Aux, Retrato de las fiestas a la beatificación de la Bienaventurada Virgen y Madre Santa Teresa de Jesús y Compendio de las fiestas que ha celebrado la Imperial Ciudad de Zaragoza por haber
promovido Filipo III de Castilla, al Ilmo. Sr. D. Fr. Luis Aliaga en el oficio y cargo supremo de Inquisidor General: la primera, en 1615, y la segunda, en 1619.
Sigue a éstos PEDRO CABARTE (1614-1632), que tenía su imprenta en la Cuchillería; también se titula en las portadas de los libros, a más de impresor de la Universidad, del Reino de Aragón. Ejerció su arte en Huesca; D. Ricardo
del Arco (1: La Imprenta en Huesca.) le da como impresor en aquella ciudad en los años 1613 al 1619; en esta última fecha imprimió allí la obra Fundación y excelencias, grandezas y cosas memorables de la antiquísima ciudad de Huesca; pero como nosotros hemos visto obras suyas datadas en Zaragoza en 1614, debió ejercer su arte, simultáneamente, en ambas poblaciones, cosa muy frecuente, pues daban a la estampa las obras en Zaragoza, por ejemplo, y les ponían el pie de imprenta de Huesca, con objeto de aparentar su impresión en la otra ciudad.
Como editor de alguna de sus obras tuvo a Juan de Bonilla.
De las prensas de Pedro Cabarte salieron algunas obras tan apreciables como las siguientes: Sermones para los Domingos y fiestas de Adviento, de Juan Hurtado; una nueva edición de la Vida y excelencias de la Madre de Dios, de Fray Diego Murillo (1614); Selva de aventuras, de Contreras (1615), cuya edición costea el librero Juan Dalmau, y en ese mismo año, los Libros de la V. M. Teresa de Jesús, de nuevo corregidos: Vía Sacra, del Dr. Carrillo (1619); Relación de las fiestas que la Imperial Ciudad de Zaragoza ha hecho a su Rey y Señor Felipe III en Aragón (1626); los Trabajos de Jesús, de Fr. Tomé de Jesús, traducidos de la lengua portuguesa por Ferrera y Lampayo (1622). En 1627 hace una edición de los Sueños de Quevedo, y de la última fecha (1632) es el Promptuario cronológico del P. Boyl; en 1617 y 1623 imprime la segunda, tercera y cuarta parte del Espejo de príncipes y caballeros.
Sigue después, cronológicamente, PEDRO LANAJA Y LAMARCA, sobrino de Juan de Lanaja y Quartanet; le vemos figurar como impresor zaragozano desde 1639 a 1648, poniendo en las portadas de los libros "Impresor del Reino de
Aragón y de la Universidad".
En los Estatutos de 1645 figura ya nombrado Impresor de la Universidad. "Y porque en muchas ocasiones algunos se han ido a imprimir a otras partes, se estatuye y ordena: Que ningún estudiante ni religioso que hubiere de tener algún acto de conclusiones en la Universidad o fuera della, como estén firmadas dichas conclusiones por manos del Rector, no se puedan imprimir sino en casa de Pedro Lanaja y Lamarca, al qual nombramos por Impressor de la Universidad, en consideración de su habilidad como de los muchos servicios de Juan de Lanaja, su tío, so pena de cien reales, la mitad para el Impressor y la otra mitad para el Arca".
La Tasa era la siguiente para las Conclusiones:
"Papel de marquilla, de letra ciceroniana, por doscientas conclusiones, veinte reales. = De letra Breviario, veinte y quatro reales. = De papel de marca mayor, de letra ciceroniana, veinte y ocho reales. = Del mismo papel de marca
mayor, de Breviario, treinta y quatro reales. = Se advierte que el que quiera imprimir más de los números señalados, pagará seis reales por cada ciento, y si llevaren armas de estampa fina, se concierte con el impresor".
También se ordenaba que el Impresor de la Universidad debía tener un cartel impreso y firmado por el Rector, donde se consignaban los precios de las conclusiones, con los modos y forma de letra señalada.
Dio a la estampa, entre otras notables obras, las siguientes: Elogios de la verdad: invectiva contra la mentira, de la Condesa de Aranda; Universidad de amor (1.a y 2.a parte), de Antolínez de Piedrabuena; Sala de recreación, de Castillo Solórzano (todas en 1640); La mogiganga del gusto en seis novelas,
de Andrés Sanz del Castillo (1641); Excelencias de la castidad, de la Condesa de Aranda (1642); otra ídem de Universidad de amor (id.); Golosinas del ingenio, de D. Miguel Colodro Villalobos (id.); Romances varios de diversos autores (1640); Historia de Santo Domingo de Val, (Dominguito) de Andrés Ustarroz (1649); otra edición de los Romances varios (id.); Pronóstico general del año, de Masquera, y en el cual omite su primer apellido (1645);
Presagios fatales del mando francés en Cataluña, interesantísima obra de Dalmau de Rocaberti (1646); Fueros y actos de Corte del Reino de Aragón, hechos por la S. C. Magestad del Rey D. Felipe nuestro Señor, en las Cortes convocadas y fenecidas en la ciudad de Zaragoza, en los años 1645 y 1646 (1647); Estatutos de la Universidad de Zaragoza (id.); Ordinaciones de Daroca (id.); Constituciones Synodales del Obispado de Sigüenza (id.); Fueros y actos de Corte del Reyno de Aragón (id.); y en este mismo año, las Ordinaciones de Tarazona y Borja; y en 1647, algunas obras de carácter teológico y vidas de Santos, apareciendo en 1649 sus Herederos, a pesar de que en 1650 hallamos la obra Corona eterna, del P. Hortigas, que cita Latassa y que aparece impresa por él.
Tenía su imprenta a los Señales y fueron editores suyos en algunas obras que dio a la estampa Pedro Escuer y Jusepe Alfay.
Los HEREDEROS DE PEDRO LANAJA figuran también como impresores de la Universidad y debieron tener su establecimiento en la calle Mayor, cerca de la Iglesia de la Magdalena, porque en algunas de las portadas de sus libros se hace constar "frontero a la Magdalena".
Entre las varias obras que salieron de sus talleres hay algunas de amena literatura, hoy de extremada rareza y muy buscadas por los bibliófilos; tales son: Virtud militante contra las quatro pestes del mundo, de Quevedo (1.a edición); Parte 44 de las comedias de diferentes autores (1652); Parte 6.a de las comedias escogidas de los mejores ingenios, que editó Roberto Duport, conocido mercader de libros, con licencia y privilegio a su favor (1654); Jacinto Polo de Medina a Lelio: Gobierno moral (1667) (1: Que costea el librero Tomás Cabezas.
); Silva de varios romances, que cita Durán (1675); La fortuna con seso, de Quevedo (1650); Sala de recreación, de Castillo Solórzano, a costa de Jusepe Alfay (1647); la interesantísima obra de Pacheco, Modo fácil y nuevo para examinarse los maestros en la destreza de las armas (que edita Jusepe Alfay en 1658); y además, algunas tan importantes como la Segunda parte de los Anales de la Corona de Aragón, que prosiguen los del Dr. Bartolomé Leonardo de Argensola, publicados por Miguel Ramón Zapater (1664); la hermosa edición de Actos de Cortes del Reino de Aragón (1664); Vida de Numa Pompilio, de D. Antonio Costa; en 1668-69 hacen con Dormer una edición de los Anales de Zurita, y en 1674 imprimen Defensa histórica por la antigüedad del Reino de Sobrarbe, del Dr. La Ripa.
En 1659, y como tales impresores de la Universidad, dieron a la estampa los Estatutos, confirmados por Felipe IV, de la misma y que eran una reimpresión de los de 1645.
Dejan de figurar entre los tipógrafos zaragozanos por el año 1684.
Les sustituyen en su cargo de impresores de la Universidad los HEREDEROS DE DOMINGO LA PUYADA, impresor zaragozano que durante varios años había ejercido su profesión en esta capital.
Pocas noticias tenemos de estos tipógrafos; en 1684 les vemos figurar como impresores de la Universidad en la portada de los Estatutos que se dieron a luz ese año, aprobados por Carlos II.
Al año siguiente se da a la estampa la obra Nueva idea Physica natural demostrativa, origen de las materias que mueven las cosas, de Juan Bautista Joanini.
MANUEL ROMÁN es el impresor que sustituye a los Herederos de Domingo la Puyada y que, cronológicamente, comienza a darse a conocer en esta capital después de los mencionados, o, mejor dicho, al mismo tiempo que ellos, pero
cuyo establecimiento tipográfico funcionó bastantes años, pues aun figura en los primeros del siglo XVIII. Borao le señala la fecha de 1668 como impresor de una edición que cita Latassa, de la Lyra poética del Licenciado Sánchez; tal fecha la tenemos por equivocada, pues no es verosímil que este tipógrafo diera a la estampa la obra mencionada y pasara un tan largo lapso de tiempo sin imprimir libro alguno (1). (1) La única edición que conocemos de esta obra, fue hecha por Manuel Román en 1688; hay error en Latassa.
Manuel Román tenía su establecimiento tipográfico muy cerca de la Universidad, en la calle del Sepulcro, hoy calle de Don Teobaldo.
En 1684 le vemos imprimir algunas obras de Fr. Antonio Iribarren, y en 1685, las Ordinaciones de Tarazona; con posterioridad, los Ocios morales, de Espinosa; las Ordinaciones de la Casa y Cofradía de Ganaderos de la ciudad de Zaragoza, Lelio instruido de Jacinto Polo, Vida de Santa Agatochia, y Poesías de la única poetisa americana Sor Juana Inés de la Cruz, que costeó el librero Matías de Lezaún, y otros muchos libros, pues como ya hemos dicho, su imprenta alcanza los primeros años del siglo XVIII. En éste dio a la estampa
obras tan recomendables como la Selectae disputationes Scolasticae, de Arbiol; Tyrocinium Ivrisprudentiae, de Custodio de Lissa; Lumen concionatorum, de Arbiol; Desengaños místicos y Tercera Orden Seráfica, del mismo (esta última, segunda edición); Ramillete poético de las discretas flores, del Doctor D. José Tafalla y Negrete, firmando la dedicatoria el señor de Contamina, de quien recogió el manuscrito de esta obra; Narración histórica de la milagrosa venida de María Santísima a defender Zaragoza y su prodigiosa imagen que con la invocación de el Portillo se venera en sus muros, de Fr. Gracia; la segunda edición de los Sermones de Cristo, del mismo autor, y unas Constituciones Synodales del Obispado de Barbastro.
D. LUIS DE CUETO sustituye a Manuel Román en su cargo de Impresor de la Universidad; es más, debió de sustituirle incluso en sus talleres y material tipográfico, pues su oficina se hallaba situada en la calle del Sepulcro, y deducimos, fundadamente, que debía ser la de Román.
Cueto, en muchas impresiones zaragozanas, a más de impresor de la Universidad, se titulaba del Rey nuestro Señor, de la Ciudad y del Santo Tribunal de la Inquisición.
De modo que la llamada "Imprenta Real" era la misma de Cueto, que tenía este privilegio y que, según las obras que salían de ella (Pragmáticas, Reales Cédulas, Reales Decretos, etc.) la titulaba sólo de esta manera, omitiendo su
nombre.
Fue D. Luis de Cueto hombre inteligente y culto poseedor de una copiosa y selecta biblioteca, imprimiendo a muchas de las obras que salieron de sus prensas algún mayor sabor artístico que sus antecesores.
En 21 de agosto de 1742 se dio cuenta, en Claustro, de un oficio suyo quejándose de lo estatuido sobre impresiones universitarias en su oficina tipográfica, de la que tenía (según manifiesta) la exclusiva, pues se había impreso en obra (la de José Fort) los méritos de los opositores a la Cátedra de Santo Tomás. Su justa reclamación fue atendida, acordándose que Cueto continúe imprimiendo para la Universidad con arreglo a la resolución del Claustro de fecha 23 de mayo de 1738 (1) y a la orden que el Rector le dio para hacer las impresiones, para lo cual el Secretario le remitirá los títulos e informes que se ofrecieren. (Gestis, núm. 5, folios 111 v. y 112).
En 5 de septiembre del mismo año, el Claustro acuerda se forme un arancel moderado, de forma que se puedan tener conclusiones con algún proporcionado gasto y que, formado, se. lleve a D. Luis de Cueto, impresor de la Universidad, y convenido con él, se firme por el señor Rector en la forma prevenida por Estatuto, para que dicho impresor la observe, "y si no conviniese, se traiga al Claustro para resolver lo que tuviere por conveniente". (Gestis núm. 5, folio 112 v.).
En 19 de octubre de ese mismo año presentó el Dr. Alfranca la Tassa de Conclusiones hecha por los Sres. Consiliarios, y se acordó comunicarla a D. Luis de Cueto, rogándole la examine y manifieste su conformidad o reparos, para dar cuenta al Claustro (2); fue aprobada definitivamente por éste
en 25 del mismo mes y año.
En 10 de abril de 1744 se trataron en Claustro algunas dudas ocurridas sobre la tarifa dada últimamente al impresor de la Universidad, acordándose que la lámina de pliego, de que no se habla en ella, se regule a diez reales por ciento
y no más, y que en cualquiera otra duda que pudiere ocurrir resuelva el Rector lo que tuviere por conveniente y por más justo, oyendo al impresor y al catedrático que tenga que imprimir conclusiones o méritos. (Gestis núm, 5, fol. 118).

(1) No la hemos podido encontrar en los Gestis de ese año; no se debió hacer constar.
(2) Dicha Tasa no se inserta en el Gestis correspondiente.

En los Estatutos de 1753, al Título LIII, se dice:
“De el Impressor de la Universidad y tassacion a que debe arreglarse: Primeramente, estatuyo y ordeno que la Universidad tenga un impressor, en cuya oficina deban imprimirse todas las Conclusiones, relaciones de los Exercicios y Méritos de los Opositores, que huviere de remitir la Universidad
por su oficio al mi Consejo para las provisiones de las Cathedras y demás papeles de la Escuela, y su nombramiento sea de el Claustro de Rector, Consiliarios y Cathedraticos, quando sucediere la vacante de dicho oficio, y porque actualmente lo es Luis de Cueto y tiene acreditada su habilidad y
servicios a la Universidad, lo nombro en Impressor de ella.
"Item, ordeno sea de la obligación de dicho impressor dar gratis todas las Cedulas impressas que se necessitan en la Universidad para avisar a los Doctores y Maestros para los Grados de todas las Facultades, y para avisar a todos los Claustros y Juntas que se ofrecieren en la Universidad,' y tenga quatro reales de propina de todos los Grados de Doctor en todas las Facultades, como queda señalado en el título antecedente.
"Item, estatuyo que el Estudiante, Religioso u otra qualquier persona que huviere de tener acto de Conclusiones firmadas por el Rector de la Universidad, deba imprimirlas precisamente en la Oficina de el Impressor de la Universidad y no en otra alguna, en pena de cien reales, la mitad para el impressor y la otra mitad para el Arca.
"Item, por quanto respecto a la regulación de los precios de la impression de Conclusiones, ha havido alguna variedad y últimamente se formó un Arancel o Tassacion, de conformidad con el impressor Luis de Cueto, que aprobó el
Claustro de Rector, Consiliarios y Cathedraticos, por su resolución de veinte y cinco de octubre de mil setecientos quarenta y dos, y allí se halla bien proveído lo referente a ello; conformándome con dicho Reglamento, estatuyo y ordeno lo observen y guarden, assi el impressor de la Universidad como los demás a quienes respectivamente tocare, en la forma siguiente:
"Conclusiones en dos pliegos de marca mayor o marquilla:
Por componer la tabla con letra de Breviario, veinte y quatro reales; con letra de Lectura, veinte reales; con letra Athanasia, diez y seis reales; con letra de Texto, catorce reales; con letra Parangona, doce reales. Por componer la
tabla de la Dedicatoria, quatro reales; por tirar o imprimir cada cien Conclusiones con su Dedicatoria, ocho reales; por pegar cada ciento, dos reales.
"Conclusiones en dos pliegos de papel ordinario: Por componer la tabla con letra de Breviario, veinte reales; de Lectura, diez y seis; de Athanasia, doce; de Texto, diez; de Parangona, ocho. Por componer la tabla de la Dedicatoria,
quatro reales; por tirar cada ciento con su Dedicatoria, quatro reales; por pegar cada ciento, un real.
" Conclusiones en un pliego de papel ordinario: Por componer la tabla con letra de Breviario, doce reales; de Lectura, diez; de Athanasia, ocho; de Texto, siete; de Parangona, seis; y si fueren de Canones o Leyes que no excedan de quatro párrafos, dos reales menos de el tanto respectivo a cada especie de letra. Por componer la Dedicatoria, tres reales; por tirar cada ciento, quatro reales.
"Las Conclusiones en un pliego de marca mayor se computen por el tanto que los de dos pliegos de papel ordinario, baxado el coste de pegar; y las de un pliego de papel de marquilla, por las de un pliego de papel ordinario.
"Si con una misma tabla se imprimiere más de un Acto, sin intermission de mas tiempo que un mes, el precio de componerla solo se le pague una vez.
"Si en las Conclusiones se huviere de poner Lámina, por laminar cada ciento se le den quatro reales, siendo la Lámina en quarto; y si fuere de medio pliego, seis reales por ciento; y si la Lámina fuere de el impressor, se le den a mas
dos reales por el uso de ella en cada Acto.
"Por tirar o imprimir cada tafetán o raso Conclusiones de Un pliego, se pague un real, y en las demás de qualquiera especie, por cada tafetán o raso, tres sueldos, aunque unas y otras lleven puntas; si algún Acto tuviere Dedicatoria de Laberinto, Corona u otro artificio de especial trabajo y exquisita colocación, se aumente al Impressor lo que pareciere al Rector.
"En todas las Conclusiones sea de la obligación de el Impressor el poner la orla y ornato correspondiente, y el papel deba pagarlo el que tuviere el Acto.
"Los Exercicios y Méritos para las provisiones de las Cathedras, se impriman en folio, con letra de Texto, dexando cabeza, pie y márgenes proporcionadas y nada excessivas, y se impriman veinte y ocho exemplares y se le pague a
razón de doce reales por pliego, incluso el coste de el papel.
"El Impressor esté obligado a imprimir las Conclusiones, Méritos y demás papeles de la Universidad, en el tiempo preciso que le señalare el Rector.
"Item, estatuyo que el Impressor deba tener públicamente en su oficina una copia impressa de el Arancel y Tassacion, firmada de el Rector y Secretario, y al fin de dicha copia deba poner las especies de letras de que queda hecha mención y la expression de cada una de ellas, formada con los caracteres de su especie en la forma siguiente:" (Sigue el modelo de las seis clases de letra).
Entre otras varias obras que salieron de sus prensas en los muchos años que ejerció el noble arte de la tipografía, merecen citarse: Copia de la Relación que el eminentísimo Cardenal Belluga ha remitido al Ilmo. Sr. Arzobizpo de Zaragoza de la acertada elección de Pontífice en el Cardenal Ursino (1720);
Un Certamen oratorio y poético (1728); Remedio universal de todas las necesidades y trabajos (dos volúmenes), de Jaime Barón, que costea el librero José Mendoza y en cuya portada se dice: "Imprenta Real de Luis de Cueto" (1732); la Gazeta de Zaragoza; Constituciones Synodales del Obispado de
Huesca; el Catálogo de su Biblioteca, muy curioso e interesante; una cuarta impresión (se había hecho otra en 1724 por Pedro Carreras) de la Tercera Orden Seráfica, de Arbiol; Noticia de los Reales Decretos y Cédulas sobre el comercio libre de Indias (1778); las Constituciones de la Congregación de Nuestra Señora de Orada (1780); Reflexiones a la Instrucción popular sobre los sarampiones que se han padecido en Zaragoza en el año 1781; Memorias de arquitectura hidráulica, del ingeniero D. Luis Chimioni; Compendio de la predicación, del P. Fr. Diego Josep de Cádiz, y en la Imprenta del Rey nuestro Señor que él dirigía gran número de Pragmáticas, Reales Cédulas, Reales órdenes, numerosas Relaciones, algunas muy interesantes, y en 1753, los Estatutos de la Real y Pontificia Universidad de Zaragoza, en los cuales, a más de "Imprenta del Rey nuestro Señor ", añade "y de la Universidad", como si la tuviera propia.
Cueto debió fallecer en los últimos meses del año 1760, pues en octubre del mismo su viuda, D.a Paula Botello, dirigió un memorial a la Universidad, alegando los muchos años que su esposo y sus antecesores habían servido como impresores a la Escuela, que en atención a ello, en los últimos Estatutos aprobados por S. M. se le nombró como tal, y que habiéndose puesto ella al frente de la oficina tipográfica de su esposo, regentada por los mismos oficiales que en vida de éste, solicitaba la plaza de Impresora de la Universidad, con los mismos emolumentos que estaban convenidos.
En Claustro de 8 del mismo mes y año se acordó acceder a la petición de la viuda de Cueto, que quedó nombrada Impresora de la Universidad en sustitución de su esposo, cargo que desempeñó bien y fielmente hasta 1771, en que falleció, presentándose diversas proposiciones para desempeñar la
plaza que dejaba vacante D. Paula Botello, nombrándose, en Claustro celebrado el 22 de febrero, para sustituirla, al impresor FRANCISCO MORENO, al que en el mismo día le fue comunicado el nombramiento.
Francisco Moreno tenía un excelente establecimiento tipográfico en Zaragoza desde el año 1727, primero en la plaza de La Seo, luego en la calle de las Danzas y más tarde en la Cuchillería; en un mismo año (1745) le vemos figurar en los dos últimos domicilios. Citar las obras que salieron de los prensas de Moreno, sería largo y pesado; mencionaremos sólo algunas, las más importantes: Propugnaculo de las tradiciones en general, contra la regla de los críticos severos (1734); Año evangélico, de Fr. Magdalena, I y II tomo (1735);
Palestra crítico - médica, del P. Rodríguez, tomos III y IV (1738 y 1741); el tomo V de la misma (1744); el notable libro del P. Aldea, que hace referencia a la Fundación de San Juan de la Peña (1748); el tomo VI de la Palestra critica (1749); Historia general de los Religiosos Descalzos del Orden de los
Hermitaños del Gran Padre y Doctor de la Iglesia San Agustín y de la Congregación de España (tomo IV); Arte de Canto llano, de Montanos; Estatutos municipales de la provincia de Aragón, de la Regular observancia de nuestro Santo Padre San Francisco; las Memorias literarias de la Universidad de Zaragoza, de Camón; Segunda ilustración a los quatro procesos forales de
Aragón y al tratado de los Monitorios, del Dr. Larripa; Medicina} compendium theorico-practicum, de Gaspar Romeo, y otras muchas.
En 7 de noviembre de 1780, Moreno se vio obligado a presentar a la Universidad un memorial acerca de un auto del Regente que se le había comunicado y por el cual se le pedían pusiera en manos del Escribano seis ejemplares de todas y cada una de las impresiones que se hicieran en su
oficina tipográfica, acordando el Claustro que los Doctores Camón y Lasarte visiten al Regente de la Real Academia y vean la forma y manera de solucionar este asunto. (Claustro de 14 de diciembre de dicho año). (Gestis núm. 13,
fol. 82).
Moreno falleció en los primeros meses de 1781, y su viuda D.a Francisca Garcés solicitó la plaza de impresora de la Universidad, a semejanza de lo que había hecho la viuda de Cueto.
En Claustro de 13 de marzo de ese año se accedió a la petición de D. Francisca Garcés y quedó nombrada impresora de la Universidad, cargo que desempeñó hasta 1794, en que falleció.
A su muerte solicitaron la plaza los siguientes impresores zaragozanos:
Miguel Antonio Tolosana, en calidad de heredero fideicomisario de la viuda de Moreno, como yerno, heredero de la misma y regente de su imprenta.
Francisco Magallón, antiguo y reputado tipógrafo de la capital, el cual hace constar en su solicitud, que ha cursado en esta Universidad dos años Filosofía, que sabe grabar en madera y que además de ofrecer la mayor exactitud en el
cumplimiento de su deber, tiene en sus talleres hermosos tipos de letra.
Juan Ibáñez hace constar que sirve al público en su oficina tipográfica hace más de trece años y que ha impreso Conclusiones, teniendo en sus talleres buenos tipos de letra (sin fecha).
Medardo Heras, también reputado tipógrafo, el cual, a más de las manifestaciones de prontitud, buenos caracteres de letra, etc., manifiesta que rebajará de la Tasa consignada en Estatutos, en la tabla de Conclusiones, un real de plata en cada ciento de láminas finas y otro real de plata por cada
dedicatoria, "y en las demás impresiones, conforme a estilo" (2 de marzo de 1794); y por último, Mariano Miedes, antiguo tipógrafo de Zaragoza, que lo
era del Arzobispo, de la Económica y de la Academia de San Luis (27 de febrero de 1794).
El Claustro, por mayoría de votos y a pesar de que en este Concurso se presentaron tan reputados tipógrafos como Magallón, Heras y Miedes, nombró a Miguel Antonio Tolosana, durante su fideicomiso.
En Claustro de 26 de septiembre se dio cuenta de una Real orden, que comunica Caballero, citando las obras que S. M. se ha servido resolver puedan imprimirse en las Universidades de Salamanca, Alcalá, Valladolid, Valencia y
Cervera, real orden que aquí no tenía aplicación por cuanto la de Zaragoza no tenía imprenta propia con reales privilegios.
En 5 de noviembre de 1813, Mariano Miedes presenta un nuevo memorial suplicando se le nombre impresor de la Universidad. Y el Claustro acuerda contestarle en el sentido de que la plaza está provista y no ha lugar a lo solicitado.
¿En quién estaba provista? Esto es lo que no hemos podido poner en claro, pues en 1818 (6 de octubre) se presentó el siguiente memorial:
"Ilustrísimo Señor: Andrés Sebastián y Josef Val, impresores de esta ciudad, con el debido respeto a V. S. I. exponen: = Que desde 1.° de enero próximo viniente han arrendado el privilegio e imprenta que tiene el Santo Hospital de
esta ciudad, y con él la impresión de todos los ramos y corporaciones para quienes trabajan en dicha imprenta, y siendo una de dichas corporaciones esta Real y Pontificia Universidad. = Por tanto, = A V. S. I. suplican se sirva mandar a quien corresponda que desde 1.° de enero en adelante se les mande imprimir cuanto sea necesario en dicha Real Universidad, para cuyo efecto presentan el adjunto cuadernito de muestras de letras que tienen en su imprenta actual; gracia que esperan los suplicantes, de la bondad de V. S. I. = Zaragoza 6 de diciembre de 1818. = Andrés Sebastián y Josef Val, suplicantes". (Gestis núm. 50, fol. 70).
Claramente se deduce que por muerte de la viuda de Moreno o por otras causas, la Universidad de Zaragoza daba sus impresiones al Hospital de Nuestra Señora de Gracia, que desde may antiguo poseía una excelente oficina tipográfica, con privilegios a ella concedidos, y en la cual se dieron a la estampa muchas y notables ediciones aragonesas; pero no hemos hallado en los Gestis de esa época el cambio de impresor universitario. Lo cierto es que Sebastián y Val, quedaron, por acuerdo del Claustro de 19 de diciembre del mentado año de 1818, como tales impresores, los cuales, en 16 de septiembre del año siguiente, solicitan reforma de la Tasa, en el sentido de que les sean aumentados los precios de ella, por no estar incluidos, según dicen, a los que se han de arreglar las demás impresiones que se ofrezcan, como cartillas de grados, matrículas y "otros varios papeles", manifestando, además, que en los setenta y nueve años transcurridos desde que el arancel se hizo a la época presente, el encarecimiento de jornales y material tipográfico ha sido grande; la reforma era la siguiente:
"Propuesta que hacen los impresores de la Real Universidad sobre los precios de impresiones:
"Por la composición del molde de Conclusiones, sea de la facultad que fuese, con dedicatoria y adorno correspondiente, en marca mayor o marquilla, de letra de Breviario o Entredós, a 70 reales vellón.
"Por la id. en papel regular, de dichas letras, a 50 r. v.
"Por la composición de las de marca mayor, también con dedicatoria y adorno, de las letras de Lectura y Athanasia, a 60 r. v.
"Por la id. en papel regular, a 50 r. v.
"Por la composición de marca mayor, de las letras de Texto, Parangona o Misal, a 40 r. v.
"Por imprimir o tirar cada Conclusión en papel de marca mayor o marquilla, sea de la letra que fuere, a 12 ms.
"Por id. en papel regular, cada una, a 8 ms.
"Por imprimir o tirar cada tafetán, sea grande o pequeño, a 2 r. v.
"Por la composición de las cartillas de grados de Bachiller o de Doctor en qualesquiere facultad; por cada vez que se haga impresión, 10 r. v. y 1 real de vellón por imprimir cada ejemplar, incluyendo en él el importe del pergamino.
"En cuanto a las demás impresiones que se ofrezcan, como son: recibos, certificados, matrículas y demás, a 6 r. v. la mano de 25 pliegos, de buen papel que se pueda escribir, y si fuese de marquilla o marca mayor, la impresión
será al mismo precio que las Conclusiones, tanto composición como la tirada, abonándoles, además, el importe de papel de marquilla o marca mayor.
"Zaragoza, 21 de septiembre de 1819. = Andrés Sebastián y Josef de Val (Rubricado)". (Gestis n.° 50, fol. 179).
Pareció a los claustrales insólita tal pretensión, y se designó al Receptor Sr. Lafuente para que la estudiara y emitiera informe, el cual, pocos días después, lo sometía a la deliberación del Claustro, diciendo en él, entre otras cosas,
"que la solicitud de los impresores es viciosa y prematura, sin asomos siquiera de una remota justicia, y que en su consecuencia, si no quieren continuar a los precios que señala el referido Estatuto y al de 5 r. v. por cada mano de papel
de 25 pliegos en las impresiones no valuadas por aquél, hay persona de confianza que se obligará a ello". Se acordó conforme lo propuesto, comunicándolo a los impresores para si les acomoda continuar sus servicios y la obligación en que están de fijar en sitio visible de su oficina tipográfica el arancel, firmado por el Rector y el Secretario. (Gestis número 50, fols. 178 al 180).
Que debieron conformarse con lo dispuesto Sebastián y Val, lo demuestra un acuerdo tomado por el Claustro, en 19 de noviembre de 1823, acerca de una nueva tentativa de Mariano Miedes, para ser impresor de la Universidad, hecha
en 30 de octubre del expresado año, fundamentándola en que en su imprenta se había dado a la estampa el Memorial que la Universidad había elevado a la Regencia del Reino por esa época, pidiendo el restablecimiento de la Inquisición.
La Junta de Hacienda propuso y el Claustro lo acordó, en fecha ya señalada, que la proposición de Miedes era inadmisible por cuanto seguían siendo impresores de la Universidad Andrés Sebastián y Josef Val, "contra quienes no
tiene ésta ningún motivo de queja; los motivos que alega Miedos de haber impreso la Representación a la Regencia del Reino sobre restablecimiento de la Inquisición, no fue con orden del Claustro, sino cuestión particular del Rector". (Gestis número 55, fol. 56).
Y robusteciendo estas manifestaciones, vemos que en ese mismo Claustro, el Sr. Villar manifestó haberle presentado Miedes la factura de la impresión del expresado memorial a la Regencia y que había suspendido ese pago, primero porque no se había impreso por los tipógrafos de la Universidad, con quienes tiene formalizada contrata y precios convenidos, y segundo, "porque no se imprimió de orden de la Escuela". El acuerdo fue que este asunto pasara a la Junta de Hacienda y que con arreglo a los precios establecidos en contrata disponga el abono a Miedes de su factura, y que el Bedel se persone en el domicilio del Rector que fue y le sean entregados por dicho señor los ejemplares que tenga en su poder del expresado memorial.
Y ya no encontramos en los libros de Gestis de los últimos años nada que haga referencia a impresores de la Universidad. Seguramente que con las nuevas reformas de enseñanza y los planes de estudios que para ella se dieron, desapareció tal cargo.

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